BIOGRAFÍA
ALINE PAOLA SILVA BREVIS
20 de septiembre de 2006 – 8 de abril de 2024 – País Chile
Aline nació el 20 de septiembre de 2006 y trascendió de nuestro lado el 8 de abril de 2024, a los 17 años. Aunque su tiempo aquí fue breve, dejó una huella imborrable en todos los que tuvimos la fortuna de conocerla.
Desde pequeña, Aline destacó por su energía y espíritu vivaz. Era traviesa y juguetona, disfrutando de los momentos sencillos con su familia, como cuando aseguraba que no tenía hambre pero no dudaba en “robarle” comida a su mamá mientras se sentaba en sus piernas. Estos gestos reflejan el gran cariño y la cercanía que tenía con los suyos.
Amaba los abrazos y el cariño, aunque siempre en sus propios términos. Había días en los que buscaba afecto y otros en los que prefería estar más distante, pero su esencia amorosa era inconfundible y siempre presente.
Aline también tenía un gran amor por los animales, especialmente por sus gatitos y perritos. Se preocupaba por su bienestar y cuidaba de ellos con esmero. Su relación con sus mascotas era una extensión de su ternura y compasión, características que la hacían única y querida por todos.
Era competitiva y líder por naturaleza. En el colegio, disfrutaba participar en actividades y destacar. Le encantaba ser la “reina del curso” y asumía con entusiasmo el rol de presidenta, mostrando su carácter de liderazgo. Incluso llegó a ser propuesta para presidenta del centro de alumnos, un reflejo de su capacidad y carisma.
Desde muy joven, Aline mostró una gran pasión por aprender y superarse. No solo amaba estudiar, sino que se preocupaba profundamente por el bienestar y el crecimiento de los que la rodeaban. Siempre estaba cuando sus amigos o un ser querido tenían algún problema. Su energía y entusiasmo eran contagiosos, siempre motivando a quienes la acompañaban a no conformarse, a seguir adelante, a luchar por más. Cuando veía que alguien de su familia o sus amigos daban pasos hacia adelante, ya sea superando obstáculos o comenzando nuevos proyectos, su felicidad era evidente en su mirada y en sus palabras. Se sentía profundamente realizada cuando los demás crecían, y su alegría era el reflejo de su genuino deseo de ver a todos brillar.
Las celebraciones eran especialmente importantes para ella. Navidad, Año Nuevo y Halloween eran algunas de sus fechas favoritas. Le fascinaba adornar la casa, organizar el árbol de Navidad con su mamá y disfrutar de los sprays de nieve artificial en Año Nuevo. Aunque le gustaba recibir regalos, le emocionaba aún más darlos, observando con ilusión las reacciones de quienes los recibían. Incluso tenía la costumbre de felicitar a sus seres queridos el día antes de su cumpleaños, con su tradicional “¡Feliz víspera!”. En su cumpleaños también esperaba esas felicitaciones. En alguna ocasión pidió celebrar el “pre cumpleaños”, la víspera, el cumpleaños y hasta el “post cumpleaños”. No hablamos de grandes fiestas. Una palabra bastaba.
Aline soñaba con sobresalir, ser conocida, llegar a ser famosa, pero siempre mantuvo una conexión genuina con quienes la rodeaban. A los 17 años, partió a Santiago para estudiar Ingeniería Civil Industrial, demostrando su madurez y determinación al emprender su camino universitario tan joven.
Aline vivió con una energía que, aunque no siempre fue constante, siempre estuvo marcada por su preocupación por los demás. En sus momentos de luz, brillaba con un cariño inmenso y una fuerza que inspiraba a quienes la conocían. Aunque atravesaba días de tristeza y lucha interna, su amor por su familia y su capacidad de cuidarnos era su constante. Su recuerdo perdurará como un faro de amor, cariño y la esencia de una persona que, aún en la dificultad, siempre pensó en los demás.
Aline, nuestra princesa, siempre brillarás en nuestros corazones. Como dice la canción de Taylor Swift, a quien tanto admirabas, eres más grande que todo el cielo.